Hoy 26 de mayo se iniciará en Calella un proyecto pionero de naturalización de las playas de Garbí y Grande, con el objetivo de revertir su estado ecológico y recuperar la biodiversidad propia del litoral. Esta acción forma parte del compromiso del Ayuntamiento con la sostenibilidad y la adaptación al cambio climático, de acuerdo con el Pacto de las Alcaldías.
Las playas de Calella han sufrido, como otras muchas zonas costeras, los efectos de años de masificación, limpieza mecánica intensiva, compactación del suelo y pérdida de especies autóctonas. Con el apoyo de los fondos europeos NextGenerationEU, se llevarán a cabo acciones para proteger los ecosistemas locales y favorecer la presencia de flora y fauna propias de los areneros.
La intervención consistirá en la instalación de cercados perimetrales con postes de madera y cuerdas en las zonas más alejadas del mar, para evitar que sean pisadas, la limpieza mecánica y el favorecer la regeneración natural. También se consolidarán las salidas de agua con rocas en la Playa Grande para evitar cárcavas y generar nuevos microhábitats.
Este proyecto no solo supone una mejora ambiental, sino también una oportunidad para que la ciudad pueda disponer de unos espacios naturales más saludables y resilientes, que favorezcan el bienestar de todo el mundo. Las playas naturalizadas ofrecen un entorno más atractivo, reducen el impacto de las oleadas y el cambio climático, y a su vez, hacen de aula al aire libre para educar en el respeto por el medio ambiente.
Con esta actuación, Calella da un paso adelante hacia una ciudad más verde, comprometida con el futuro y el bienestar de todas las formas de vida que conviven.