Nada termina con el verano
Si el calendario dice que el otoño comienza el 23 de septiembre, en Calella el sol le lleva la contraria y el mar también. Con unas aguas a 23-24º, los calellenses nos resistimos a guardar el bañador. La playa, tras un agosto esplendoroso, continúa seduciendo hasta bien entrado octubre. El verano se encuentra tan cómodo en nuestra ciudad que siempre tarda en irse. Pero lo que identifica la vuelta al trabajo en Calella es una febril actividad. Los jóvenes comienzan la escuela y los adultos están llenos de la vitalidad que prosigue las vacaciones.
Despedimos el verano con las Jornadas Internacionales Folklóricas, que llenan las calles y espacios de la ciudad de ritmos y bailes de todo el mundo. Las temperaturas comienzan a bajar y se ven, por las noches y las mañanas, las primeras mangas largas. Es la época preferida de los deportistas, cuando el calor se vuelve suave y el agua permite un baño al terminar la sesión. Un momento ideal para todos aquellos apasionados del triatlón que quieren poner a prueba su resistencia en una de las pruebas deportivas con proyección mundial: el Ironman.
Con la Feria de Calella y el Alt Maresme, muestra de artesanía, tradiciones y costumbres populares de la comarca, se inicia un nuevo año de actividad. La celebración del Oktoberfest, que dura casi todo octubre, atrae miles de visitantes que llegan buscando música de banda y cerveza fría, un préstamo de la cultura bávara que hemos integrado a nuestras costumbres. El invierno, que vemos lejano, siempre nos coge haciendo cualquier cosa.
Nuestra ciudad ha sido la escogida para representar el turismo en la nueva edición de la revista de temática turística que se presenta en París del 17 al 19 de septiembre en la Feria IFTM
Ver másCiudad rica en cultura y tradiciones, Calella se prepara en diciembre para brillar con encanto propio y ofreceros momentos únicos para disfrutar de una Navidad tradicional.
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